Es el tipo de prueba más común para evaluar a qué somos alérgicos . Se realizan en personas con: asma , rinitis, conjuntivitis, dermatitis atópica, urticaria, alergias a medicamentos o alimentos o en aquellos que se sospeche de alergia a picaduras de abeja o avispa .
Se realizan en la piel (habitualmente en brazos y/o espalda), colocándose una gota de líquido con el alergeno sospechoso y se punciona la piel con una pequeña lanceta menor a 1.5mm de largo. Los resultados se obtienen en menos de 20 min.
En caso de positividad a algún alérgeno, este se vera en forma de roncha o habón sobre el sitio donde se realizo la punción.